Fosilífera (2015-…) es un proyecto de Lorena Mal que consiste en un cuerpo de obra integrado por dibujos, esculturas, y obras audiovisuales realizadas a partir de registros fósiles de más de 100 millones de años de la zona de Tepexi de Rodriguez, Puebla.
Este proyecto parte de una investigación realizada en diálogo con investigadores del Instituto de Geología UNAM, centrado en las características escultóricas de los fósiles y en los paralelismos entre el tiempo geológico o profundo y el humano. En este sentido, la artista reflexiona sobre las huellas energéticas de ambas temporalidades: los fósiles animales y la quema de combustibles del mismo origen que, en el último caso, ha condicionado las formas de vida humana y no-humana. -Pamela Desjardins, curadora
La investigación plantea una serie de exploraciones en sitio con la comunidad local y colaboradorxs invitadxs para profundizar en las características escultóricas, temporales, narrativas y paleobiológicas de los fósiles que permitan una experiencia colectiva del paisaje, sus ecosistemas y los paralelismos entre el tiempo profundo y la velocidad del presente. -Lorena Mal, artista
1.Sitio
1.1. Zona Fosilífera: Puebla, México
Fosilífera es un adjetivo utilizado para designar zonas con grandes cantidades de rocas sedimentadas que albergan fósiles como consecuencia de transformaciones geológicas durante millones de años. Tal es el caso de la región de Tepexi de Rodríguez, área mixteca-tlayúa, donde antiguamente había mar, luego una laguna y ahora una zona árida semidesértica.

1.2. Tepexi: “lugar de peñascos o barrancas.”
"las rocas que aquí afloran nos indican que en el pasado había un gran lago cuyos litorales eran visitados por grandes mamíferos y aves exóticas. Rocas más antiguas de la región se formaron bajo el mar, en ellas encontramos restos de animales espectacularmente preservados.
Más abajo en la columna rocosa se halla evidencia de que esta parte del continente de Norteamérica
colisionó con África, hace 475 millones de años."[1] Instituto de Geología, UNAM
1.3. Tlayúa: palabra náhuatl que significa “lugar de oscuridad” o “lugar del crepúsculo”.
Los drásticos cambios de temperatura y oxigenación de la laguna Tlayúa provocaron la muerte masiva de miles de especies, pero fueron al mismo tiempo los responsables de una extraordinaria conservación de fósiles con detalles únicos como en pocos sitios paleontológicos del mundo.
1.4. Pie de Vaca
En este sentido, el paisaje se preserva como un archivo geológico-escultórico que también es testigo del tránsito de camélidos prehistóricos que habitaban en América del Norte y que migraron hacia el sur y hacia Medio Oriente cruzando el estrecho de Bering que conectaba Alaska con Asia hace 6 millones de años.
Hasta la década de 1980, estas marcas se imaginaban como huellas de ganado dando el nombre de “Pie de vaca” al sitio paleontológico donde se ubican gran parte de estos fósiles.


Escaneo 3D realizado por el Laboratorio de Arte, Arqueología y Arquitectura (LAAA) del archivo de la artista, disponible online en el Repositorio Digital de Patrimonio Natural de LAAA
Las rocas de la Cantera Tlayúa, que contienen fósiles, corresponden a una alternancia de rocas sedimentarias originadas por precipitado químico (calizas) que por lo fino de su textura han sido utilizadas en el arte para realizar litografías (calizas litográficas), y corresponden a la parte de la roca de color claro.
Esta caliza se presenta en estratos delgados que alternan con capas muy delgadas de roca de color rojo, que recibe el nombre de lutita (roca sedimentaria, lutita roja), formada por cenizas volcánicas y lodo arcilloso.[1] Instituto de Geología, UNAM
Más sobre la zona Fosilífera de la Mixteca Poblana
Más sobre ecosistemas Fosilíferos

Material de archivo de la artista (2022).